Una tormenta solar es una explosión que tiene lugar en la atmósfera del Sol y que es capaz de calentar el gas a decenas de millones de grados y acelerar los electrones, protones e iones pesados a velocidades cercanas a la de la luz.
La tormenta solar tiene lugar en tres etapas: erupción solar, capacitada para alterar las órbitas de los satélites y provocar su caída; tormenta de radiación, cuya incidencia sobre los tendidos eléctricos puede ser letal; y CME (Eyección de Masa Coronal), la más peligrosa de todas, ya que actúa contra todo tipo de satélites y transformadores eléctricos, pudiendo acabar con las comunicaciones del mundo entero.
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